"Director de Teatro y Dramaturgia del Institut del Teatre de Barcelona. Miembro de AIDER. Master en Speed-Reading. Graduado en el Método Silva de Control Mental y en Hipnosis Ericksoniana. Practitioner en PNL." |
Director de Teatro y Dramaturgia del Institut del Teatre de Barcelona. Miembro de AIDER. Master en Speed-Reading. Graduado en el Método Silva de Control Mental y en Hipnosis Ericksoniana. Practitioner en PNL.
Manuel Rivero
Me sucedió algo que me impactó como metáfora de esta idea. Iba de paseo por la Rambla en el centro de Palma de Mallorca, con Iván, mi hijo de 3 años. Vimos un tiovivo precioso que atrajo su atención de inmediato. Nos acercamos y se montó en él, pero lo extraño es que estaba parado… ¿es que ningún niño quería montar en él un domingo a las 12 de la mañana?Pregunté “Disculpe… ¿Funciona?” y él me dijo “Por supuesto, es que mientras no lo usan lo tenemos apagado. Monte al niño, móntelo”. Iván eligió el caballo que más le gustaba. Estaba pasándolo pipa con el viaje, cuando me di cuenta de que poco a poco se iban acercando niños, tirando de sus padres, al ver el tiovivo en marcha. Iván se bajó emocionado al final del viaje… ¡y 6 niños se subieron para el siguiente!. Me imagino que el dueño quedaría bien contento de haber encendido el tiovivo. Una gran ventaja que tenemos para promocionar nuestra labor como coaches es que estamos mostrando en qué consiste esta profesión con cada conversación, con cada entrevista con un posible cliente, con cada interrelación.
¿Hacer una sesión gratuita de demostración? ¿una charla? En mi opinión, es la mejor manera de promover el coaching y que los clientes sepan lo que pueden esperar de él… así querrán contratarlo. Los clientes vendrán si pones en marcha el tiovivo… si no, quizá nadie se dé cuenta de que existe.
Artículo escrito por Ubaldo Cerqueiro, director del diario digital quepasanacosta.com y miembro de la empresa Galinus, taller de Novos Medios
El aprendizaje como equipo e individuo es la competencia más importante en tiempos cambiantes.Nos ponemos en marcha, teniendo la vista en las 3 dimensiones del trabajo en equipo:
Importante: si él se da cuenta y asume los hechos, la mitad del trabajo está hecho.6. Separar las personas del problema es la clave. Suave con las personas, duro con el problema, como dice el axioma del método Harvard. 7. Alcanzar un acuerdo de qué hacer en adelante y cómo solucionar la situación ¿lo ideal? Que él participe a través de un ¿qué propones?. Aprendizaje y solución como resultados. Un buen jefe, además comenzará con la idea clara en mente de qué motiva a esa persona... porque ya lo tiene presente en su relación habitual.
Sin duda, estar concentrado en una sola tarea, haciendo una sola cosa, en plena era del multitasking parece ser una contradicción o desestimar las ventajas de estar estudiando con el facebook abierto, la música del grupo favorito sonando y el canal de deportes del televisor emitiendo la previa al partido de octavos de final de la Champions League.
De la misma forma que el adolescente dice estar estudiando con todos esos inputs avasallando sus sentidos y su mente, de la misma forma, los adultos decimos estar escuchando cuando en realidad hay un complejo equipo de boicoteadores de la comunicación desplazándose por nuestra mente a una velocidad nada irrisoria.
Podemos estar escuchando de la misma forma que el joven estudia. Podemos quedarnos con la tranquilidad de pensar que nuestro complejo sistema neurológico tiene capacidad para esto y para mucho más.
Pero... una cosa es la capacidad de simultanear acciones y la otra –muy distinta- es la calidad de cada una de estas acciones. También dependerá de si todas nos interesan por igual o si alguna/as de ella/as es más importante. Si estoy estudiando más cuatro estímulos más y las cinco actividades tienen la misma prioridad... no debo preocuparme para nada. Si mi objetivo es recordar lo que estoy leyendo, relacionarlo con otros contenidos anteriores, hacer un esquema y darle una buena forma de acabado final, una de dos: o el resultado será de nefasto a aceptable o tardaré mucho más tiempo del que sería necesario para hacerlo si sólo estuviera estudiando.
El multitasking no es sinónimo de calidad, sólo es sinónimo de simultaneidad.
Si hacemos referencia a escuchar, nos sucederá lo mismo. Escuchar no es limitarse a recibir las ondas sonoras procedentes de la voz del interlocutor. Hay infinidad de detalles y matices que no podemos eludir si queremos recibir al cien por cien el mensaje que nos llega o si queremos emitir en un cien por cien de sintonía con nuestro interlocutor.
Para escuchar de esta forma tenemos que echar los boicoteadores de nuestra mente. Primero de todo, para poderlos echar, tenemos que identificarlos, reconocerlos, tomar conciencia de su existencia y de su flaco servicio. Después, los substituiremos por la firme y sólida intención de escuchar, escuchar sin expectativas, sin juicios, sin suposiciones, sin creencias que nos hagan dudar de la credibilidad y de la capacidad de nuestro interlocutor. Cuando consigamos incorporar esta manera de escuchar, seremos capaces de ofrecer cercanía, amabilidad, interés, calidez y respeto. Y será sólo desde este respeto que nuestro interlocutor nos dará la confianza y el reconocimiento.
Llegar a este grado de escucha no es un recorrido fácil pero sí alcanzable tras un trabajo a propósito para estar presente a conciencia.
ESTAR PRESENTE A CONCIENCIA
Àngels Roura Massaneda